Iniciando

No somos hiperactivos.
Tenemos TRANSTORNO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD

martes, 7 de mayo de 2013

Carta de Luis Rojas Marcos en apoyo a la lucha contra el TDAH




ESCRI TO DE APOYO




Nueva York, 20 de abril de 2013 Federación Española de Asociaciones de Ayuda al TDAH
Queridos amigos:


Quiero felicitaros y unirme incondicionalmente a vuestra campaña para solicitar de la Organización Mundial de la Salud la declaración oficial del Día Mundial de Sensibilización sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

Reconocido oficialmente en 1994, el TDAH es una alteración neuro-psicológica, de componente hereditario importante, que suele hacerse evidente antes de los ocho años de edad. Se caracteriza por síntomas intensos y persistentes de distracción y exceso de energía física que se manifiestan en impulsividad y, a menudo, en hiperactividad. Aunque el TDAH no afecta la inteligencia, los síntomas interfieren seriamente con el aprendizaje y constituyen una grave amenaza a la autoestima de los afectados y a su convivencia en el entorno familiar, escolar y social. Resulta imposible no conmocionarse ante el sincero deseo de comportarse con normalidad de los pequeños y la incontrolable distracción y desinhibición física que los domina.

Desafortunadamente, en demasiados casos ni las víctimas, ni sus familiares, ni sus educadores, ni los profesionales de la salud, reconocen el problema. Por lo que erróneamente se espera que estos niños, sin ayuda, se comporten y aprendan con absoluta normalidad. Está demostrado que, sin tratamiento, los afectados por el TDAH forman un grupo de riesgo. Además  de ser sujetos  a actitudes punitivas por parte de adultos frustrados que desconocen el trastorno, durante la adolescencia tienen más altas probabilidades de sufrir depresión, adicciones, trastornos de la personalidad, a como de ser encarcelados e incluso de suicidarse.

El TDAH, aparte de ser un reto para la medicina, la psicología y la pedagogía, implica un desafío para la sociedad y clama por el debido reconocimiento a nivel mundial.

Sin duda, la lucha por vencer al TDAH es labor de todos, pero el firme apoyo de la Organización Mundial de la Salud es hoy necesario y oportuno. No olvidemos que el TDAH daña el bienestar físico, mental y social de quienes lo padecen; y estos son precisamente los tres componentes de la salud según la definición adoptada en Nueva York, el 22 de julio de 1946, por los estados pioneros que crearon la Organización.




LuisRojasM arcos

Profesor de Psiquiatría de New York University y ex-presidente ejecutivo del Sistema de Salud y Hospitalesblicosde Nueva York (1995-2002)

viernes, 27 de abril de 2012

Con ojos de un niño

Definición con ojos de niño



¡Hola venimos a presentarnos!
Somos niños en continuo movimiento: nos gusta jugar y corretear constantemente, hablar mucho, y si nos obligan a estar sentados un rato largo, no paramos de levantarnos o de mover las manos y los pies (los mayores lo llaman conducta hiperactiva).
No nos paramos a pensar. Si queremos algo, actuamos de momento, sin darnos cuenta de las consecuencias: como el "chichón" que el otro día me hice al subirme a la mesa (conducta impulsiva).
Somos muy cariñosos: nos gustan los besos y los abrazos y, sobre todo, estar con otros niños, aunque a veces nos den de lado por no esperar nuestro turno o no seguir las normas del juego (dificultad en las habilidades sociales).Todo despierta nuestro interés, por insignificante que sea; por eso mismo, parece que no nos centramos en ninguna cosa aunque lo intentemos con todas nuestras ganas (conducta desatenta).
Somos muy sensibles a lo que nos rodea: si hay mucho "jaleo" (como en el "cumple" de mi primo) nos ponemos nerviosos, podemos pasar de la risa al llanto sin motivos aparentes y tener rabietas por cualquier cosa. Es entonces cuando mamá suele enfadarse y cuando yo me asusto y me siento mal y no entiendo nada (falta de autocontrol emocional).
No somos niños malos, ni desobedientes, ni caprichosos, ni vagos, ni insociables, y necesitamos que tú nos ayudes a hacerlo saber. Somos niños con TDA/H, que como el aire libre (a veces brisa, a veces huracán) queremos desarrollarnos y crecer.